
El secreto de una ruta inolvidable no reside en las funciones «sinuosas» de una app, sino en adoptar una metodología de cartografía activa para interpretar el terreno y anticipar las necesidades del piloto.
- Estimar el tiempo real en montaña requiere aplicar coeficientes de corrección al cálculo de Google, no fiarse de él.
- La gestión de la fatiga, o «presupuesto energético del piloto», dicta que los tramos más técnicos se afronten por la mañana.
- La verdadera seguridad reside en un sistema de «triple redundancia» de navegación (GPS, mapas offline y mapa físico) para zonas sin cobertura.
Recomendación: Deja de seguir ciegamente al GPS y empieza a construir tus propios itinerarios combinando análisis digital con la validación visual y la lógica de un mapa físico.
Organizar una salida en moto de fin de semana siempre empieza con la misma promesa: encontrar esa carretera secundaria, llena de curvas enlazadas y paisajes espectaculares, lejos de las monótonas autovías. La primera reacción es abrir una aplicación, marcar la opción «evitar peajes» y activar el modo «curvas al máximo». Confiamos en que un algoritmo nos entregue en bandeja la ruta soñada. Sin embargo, esta aproximación a menudo nos lleva a frustraciones: tiempos de viaje subestimados, tramos de asfalto en mal estado o la ansiedad de no encontrar una gasolinera en mitad de la nada.
La mayoría de guías se centran en listar rutas famosas o en explicar cómo usar una app. Pero se olvidan del factor fundamental: la diferencia entre seguir una línea en una pantalla y diseñar un itinerario de verdad. La clave no está en la herramienta, sino en la metodología. ¿Y si la solución no fuera buscar más funciones en el GPS, sino adoptar la mentalidad de un cartógrafo aficionado? Un enfoque metódico donde cada decisión —desde la elección de un waypoint hasta el orden de los tramos— se basa en un análisis consciente del terreno y, sobre todo, del factor humano.
Este artículo no es una lista de carreteras, es un manual de estrategia. Vamos a desgranar un sistema para pasar de ser un simple usuario de GPS a un verdadero arquitecto de tus propias aventuras. Analizaremos cómo leer los mapas para encontrar joyas ocultas, cómo calcular tiempos realistas en montaña, cómo gestionar la energía del piloto y cómo crear un sistema de navegación a prueba de fallos, todo contextualizado a las particularidades del territorio español.
Para abordar esta disciplina de manera estructurada, hemos organizado el contenido en una serie de pasos lógicos que te guiarán desde la selección del trazado hasta la elección del equipo. A continuación, encontrarás el sumario de los temas que vamos a tratar.
Sumario: La metodología completa para diseñar tus rutas en moto
- ¿Por qué las carreteras «verdes» en los mapas son el santo grial del mototurismo?
- ¿Cómo estimar la velocidad media real en carreteras de montaña (no es lo que dice Google)?
- Gasolineras o vistas panorámicas: ¿qué priorizar al marcar los waypoints?
- El error de dejar el tramo más difícil para el final del día cuando estás cansado
- ¿Cuándo llevar un mapa físico te salva el viaje en zonas sin cobertura 4G?
- ¿Cómo identificar un camino privado o restringido si no hay señal expresa?
- Moto japonesa o europea: ¿qué priorizar si vas a hacer más de 20.000 km al año?
- Smartphone o GPS dedicado: ¿qué elegir para cruzar España en agosto bajo el sol?
¿Por qué las carreteras «verdes» en los mapas son el santo grial del mototurismo?
La búsqueda de la ruta perfecta a menudo comienza identificando esas líneas verdes que decoran algunos mapas. Estas carreteras, marcadas como «pintorescas» o «turísticas», son el primer filtro para descartar trazados monótonos. Sin embargo, no todas las «carreteras verdes» son iguales. Su significado y, por tanto, su idoneidad para una ruta en moto, varían drásticamente según la fuente cartográfica. Confiar ciegamente en una línea verde sin entender su origen es un error de principiante. Por ejemplo, en Google Maps, una zona verde a menudo indica un parque natural, lo que no garantiza ni la calidad del asfalto ni la sinuosidad del trazado. En cambio, en la cartografía de ViaMichelin, esta designación está específicamente pensada para el disfrute del viaje, priorizando vistas y curvas.
Para un motero, la designación más fiable suele ser la de Michelin o la de los mapas oficiales del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Como demuestra el Mapa Oficial de Carreteras en España, existen redes paisajísticas catalogadas, como en Cataluña o Asturias, que no solo aseguran un entorno atractivo, sino también un mantenimiento prioritario del firme. Este es un dato crucial, ya que una carretera bonita con asfalto roto se convierte en una pesadilla. El verdadero trabajo del planificador es aprender a decodificar estas señales y a contrastarlas.
El siguiente cuadro comparativo ofrece una guía para interpretar estas designaciones según la fuente, un primer paso en nuestra metodología de cartografía activa.
| Fuente | Significado ‘Carretera Verde’ | Criterios | Fiabilidad para motos |
|---|---|---|---|
| Michelin | Ruta pintoresca/turística | Belleza paisajística, interés turístico | Alta – diseñadas para disfrute |
| Google Maps | Zona de parque natural | Ubicación en espacios protegidos | Media – verificar estado |
| ViaMichelin | Carreteras pintorescas | Vistas, curvas, menor tráfico | Muy alta – específico moteros |
| Mapas IGN | Rutas paisajísticas oficiales | Designación administrativa | Alta – mantenimiento regular |
Una vez identificada una potencial carretera «verde», el siguiente paso es la validación. La cartografía activa implica no dar nada por sentado. Antes de incluir un tramo desconocido en el roadbook final, es indispensable realizar una verificación digital y contextual.
Plan de acción: Validación de carreteras verdes antes de incluirlas en la ruta
- Verificación visual: Utilizar Google Street View para examinar el estado actual del asfalto, buscando baches, gravilla o un firme pulido y deslizante.
- Análisis del trazado: Comprobar el ancho de la vía. Un mínimo de 5 metros es recomendable para una circulación cómoda si hay tráfico en ambos sentidos.
- Identificación de peligros: Prestar especial atención a las salidas de las curvas en busca de gravilla suelta, un peligro común en accesos a fincas rurales.
- Consulta a la comunidad: Buscar en foros especializados de motoristas (como moterus.com o forocoches) experiencias recientes en esa carretera específica.
- Contexto estacional: Verificar si la carretera, especialmente en zonas de montaña, tiene restricciones invernales o está afectada por eventos locales.
En definitiva, las carreteras verdes no son un destino, sino un punto de partida. Son una pista que el cartógrafo aficionado debe investigar, validar y, solo entonces, integrar en su obra maestra.
¿Cómo estimar la velocidad media real en carreteras de montaña (no es lo que dice Google)?
Uno de los errores más comunes al planificar una ruta de montaña es fiarse del tiempo estimado de llegada (ETA) que proporciona Google Maps o cualquier GPS estándar. Estos algoritmos están optimizados para coches y calculan la duración basándose en los límites de velocidad y datos de tráfico genéricos, sin tener en cuenta las particularidades de la conducción en moto en un puerto de montaña. La velocidad media real de un motero en una carretera de curvas cerradas y horquillas es significativamente inferior a la de un coche, que puede trazar las curvas de manera más directa y con mayor estabilidad. El resultado es una planificación demasiado optimista, que lleva a conducir de noche o a cancelar los últimos tramos de la ruta.
La solución es aplicar un «coeficiente de corrección cartográfica» al tiempo estimado por el navegador. Este factor no es universal; depende del tipo de carretera, de la sinuosidad y hasta del tipo de moto. No es lo mismo una carretera nacional de montaña, ancha y bien peraltada (como la N-260 en el Pirineo), que una carretera comarcal estrecha y bacheada (como muchas en la Sierra de Gredos). Un motero experimentado sabe, por instinto, que el ETA de Google es una fantasía. El cartógrafo metódico lo cuantifica.

La imagen superior ilustra perfectamente el desafío: cada curva de herradura obliga a reducir la velocidad drásticamente, una secuencia que los algoritmos de navegación estándar no modelan con precisión para una moto. Para obtener una estimación realista, se puede usar una fórmula de corrección simple basada en la experiencia colectiva de la comunidad motera española:
- Carreteras nacionales de montaña (N-XXX): Tiempo estimado por Google Maps x 1.2 (+20%).
- Puertos de montaña secundarios: Tiempo estimado por Google Maps x 1.3 (+30%).
- Carreteras comarcales con muchas curvas (AS-XXX, CA-XXX, etc.): Tiempo estimado por Google Maps x 1.4 (+40%).
- Pistas rurales asfaltadas: Tiempo estimado por Google Maps x 1.5 (+50%).
A estos factores base, se puede añadir un ajuste según el tipo de moto. Una naked deportiva permitirá un ritmo más ágil (-5% de tiempo), mientras que una custom pesada requerirá más tiempo para negociar las curvas (+15%). Este cálculo, aunque no exacto al minuto, transforma una estimación genérica en una planificación operativa y realista.
Adoptar este sistema de corrección es un salto cualitativo en la planificación. Permite diseñar etapas viables, disfrutar del paisaje sin prisas y, sobre todo, llegar al hotel con luz de día y energía para el día siguiente.
Gasolineras o vistas panorámicas: ¿qué priorizar al marcar los waypoints?
Al trazar una ruta, los waypoints (puntos de paso obligatorios) son las anclas que definen el recorrido. La tentación es llenarlos de miradores, pueblos con encanto y restaurantes recomendados. Sin embargo, el cartógrafo metódico sabe que hay un waypoint no negociable que debe tener prioridad sobre todos los demás: la gasolinera. La autonomía de la moto es el factor limitante más estricto de cualquier etapa. Ignorarlo, especialmente en las zonas más remotas de España, puede convertir una ruta de placer en una situación de estrés. Afortunadamente, España tiene una gasolinera por cada 3.892 habitantes, una de las mejores ratios de Europa, pero esta densidad no es homogénea.
El error no es solo no planificar el repostaje, sino asumir que se encontrará una estación de servicio fácilmente en cualquier lugar. La «España Vaciada» es un paraíso para el mototurismo por su bajo tráfico y sus paisajes, pero también un desafío logístico. Provincias como Teruel, Soria o el norte de Extremadura presentan densidades de gasolineras muy inferiores a la media nacional. En estas áreas, las estaciones de servicio rurales suelen tener un volumen de venta mucho menor, lo que a veces se traduce en horarios de apertura más restringidos o incluso en la ausencia de personal fuera del horario comercial. Por ello, la planificación de repostajes debe ser proactiva, no reactiva.
Estudio de caso: Las «zonas de sombra» de repostaje en España
Un análisis de la CNMC sobre la distribución de carburantes revela que las estaciones rurales, sobre todo las únicas en su municipio, son logísticamente críticas. Por ejemplo, en rutas que atraviesan el Maestrazgo (entre Teruel y Castellón) o Las Hurdes (Extremadura), no es raro encontrar tramos de más de 80-100 km sin una sola estación de servicio. Un planificador que solo marque waypoints panorámicos en estas zonas se expone a quedarse sin combustible. La estrategia correcta es identificar la autonomía real de la moto con una conducción «alegre» (que consume más), restar un margen de seguridad de 50 km y marcar como waypoint obligatorio una gasolinera que esté dentro de ese rango, preferiblemente con horario 24h.
La regla de oro es simple: primero se asegura la logística, luego se disfruta del paisaje. Un buen método es planificar la ruta ideal con todos los miradores y puntos de interés. Después, superponer una capa de «logística», marcando las gasolineras cada 150-200 km. Si un tramo excede esta distancia, se debe modificar la ruta para incluir un desvío a una estación de servicio, o bien, empezar el tramo con el depósito lleno. Los miradores son flexibles; el combustible no lo es.
Al final, la mejor vista panorámica es la que se disfruta con la tranquilidad de saber que tienes suficiente gasolina para llegar al siguiente punto, sin la ansiedad de ver la luz de reserva parpadear.
El error de dejar el tramo más difícil para el final del día cuando estás cansado
Un error clásico en el diseño de rutas es la organización puramente geográfica, sin tener en cuenta el factor humano. Se tiende a planificar la secuencia de carreteras tal y como aparecen en el mapa, lo que a menudo lleva a dejar el puerto de montaña más técnico o el tramo de curvas más exigente para la última hora de la tarde. Esto es una receta para el desastre. La fatiga física y mental se acumula a lo largo del día, disminuyendo drásticamente la capacidad de concentración, los reflejos y la precisión en la conducción. Como recuerda la Dirección General de Tráfico, circular a una velocidad inadecuada es una causa principal de accidentes, y la fatiga es un factor clave que nos lleva a cometer ese error.
El concepto clave aquí es el «Presupuesto Energético del Piloto». Al igual que una moto tiene una autonomía de combustible, un piloto tiene una reserva finita de energía y concentración. Los tramos más demandantes (puertos de montaña técnicos, carreteras con asfalto irregular, travesías urbanas con tráfico denso) consumen esta energía a un ritmo muy superior. El planificador inteligente no distribuye los kilómetros de manera uniforme, sino que asigna los «gastos energéticos» más altos a los momentos del día en que el piloto está más fresco y lúcido, típicamente entre las 10:00 y las 12:00 de la mañana.
El tipo de asfalto también juega un papel crucial en la fatiga. No es lo mismo rodar sobre el firme drenante y uniforme de una autovía que luchar contra las vibraciones y los cambios de agarre de una carretera comarcal bacheada.
| Tipo de Asfalto | Nivel de Fatiga | Características | Ubicación Típica |
|---|---|---|---|
| Drenante de autovía | Bajo | Agarre uniforme, baja vibración | A-2, A-6, AP-7 |
| Convencional nuevo | Medio | Buen agarre, vibración moderada | N-340, N-630 |
| Secundario antiguo pulido | Alto | Deslizante, requiere alta concentración | Comarcales antiguas |
| Bacheado irregular | Muy Alto | Cambios de agarre, vibración alta | Zonas rurales, puertos secundarios |
La estrategia del «Presupuesto Energético» consiste en diseñar la ruta al revés: identificar primero el tramo más difícil y programarlo en la franja de máxima lucidez. Los últimos 50-80 km del día deberían reservarse para una carretera nacional fácil o una autovía, un «trámite» de bajo consumo energético para llegar al destino de forma segura y relajada. Además, es vital programar paradas de 15 minutos cada 90 minutos de conducción técnica para recargar las reservas.
Invertir el orden de la ruta para afrontar lo difícil primero no solo es más seguro, sino que permite disfrutar más del resto del día, sabiendo que «lo peor» ya ha pasado. Es un cambio de paradigma que transforma la experiencia de viaje.
¿Cuándo llevar un mapa físico te salva el viaje en zonas sin cobertura 4G?
En la era de la navegación por satélite, la idea de llevar un mapa de papel puede parecer anacrónica. Sin embargo, para el motero que se aventura por las carreteras secundarias de España, no es un capricho nostálgico, sino un componente esencial de una estrategia de navegación robusta. La dependencia total de un smartphone o un GPS dedicado tiene un punto débil crítico: la necesidad de una señal, ya sea GPS para la posición o de datos móviles para cargar mapas y recalcular rutas. Y en España, existen notables «zonas de sombra» donde ambas pueden desaparecer simultáneamente.
La orografía es la principal culpable. Valles profundos, cañones y zonas montañosas remotas bloquean eficazmente las señales. Un motero que confía únicamente en su móvil puede encontrarse completamente a ciegas en el peor momento posible: en un cruce de caminos sin señalización en mitad de la nada. La cartografía activa exige anticipar este fallo y tener un sistema redundante. Aquí es donde el mapa físico demuestra su valor insustituible. No necesita batería, no se sobrecalienta y ofrece una visión estratégica global que ninguna pantalla puede igualar.
Estudio de caso: Las zonas de sombra para motoristas en España
Zonas como Las Hurdes en Extremadura, el Maestrazgo entre Teruel y Castellón, valles interiores de los Pirineos aragoneses y navarros, y la Sierra de la Demanda entre Burgos y La Rioja son conocidas por sus tramos de hasta 50 kilómetros sin cobertura 4G fiable. En estas áreas, si la aplicación de navegación no tiene los mapas completamente descargados para uso offline, se vuelve inútil. Un fallo del dispositivo por sobrecalentamiento o una caída que dañe el soporte del móvil dejaría al piloto sin ninguna referencia, mientras que un mapa físico en la bolsa sobredepósito permite, como mínimo, identificar la carretera principal más cercana para volver a la civilización.

La solución profesional no es elegir entre digital y analógico, sino combinarlos en un Sistema de Triple Redundancia. Este sistema jerárquico garantiza que siempre se tenga una opción disponible:
- Navegador principal: El GPS dedicado o smartphone con una app especializada (Calimoto, Kurviger) para el guiado giro a giro.
- Backup inmediato: Una aplicación de mapas 100% offline (como OsmAnd o Maps.me) en el móvil, con los mapas de toda la región de la ruta previamente descargados.
- Visión estratégica y emergencia: Un mapa físico de la zona a escala adecuada (Michelin Regional 1:150.000 o IGN 1:200.000). Permite replanificar sobre la marcha si hay un corte de carretera y es la salvación si toda la electrónica falla.
El mapa físico no es solo un plan B. Es la herramienta que te da el poder de improvisar con inteligencia, de entender el territorio en su conjunto y, en última instancia, de ser verdaderamente independiente en tu viaje.
¿Cómo identificar un camino privado o restringido si no hay señal expresa?
Uno de los mayores atractivos de viajar en moto, especialmente con una trail, es la posibilidad de desviarse por caminos rurales en busca de aventura. Sin embargo, no todos los caminos que parecen públicos lo son. Adentrarse en una propiedad privada sin permiso puede generar situaciones incómodas o incluso problemas legales. El desafío es que, a diferencia de las carreteras, la señalización en el entorno rural es a menudo inexistente, ambigua o se ha deteriorado. El cartógrafo activo debe aprender a leer las «pistas visuales» del terreno para interpretar la naturaleza de un camino.
En España, la jerarquía legal de los caminos rurales es compleja. Existen Vías Pecuarias (antiguas rutas ganaderas, de uso público pero regulado), Caminos Rurales de titularidad municipal (generalmente públicos) y Pistas Forestales. Estas últimas, muy comunes en zonas de montaña, a menudo tienen el acceso restringido por riesgo de incendio, especialmente en verano (típicamente del 1 de junio al 15 de octubre en muchas comunidades autónomas), incluso si no hay una barrera física. La ausencia de una señal de «prohibido el paso» no siempre significa «permiso de paso».
Ante la duda, la prudencia es la mejor guía. Existen varias señales no oficiales que indican claramente que un camino es de uso privado o que, como mínimo, su acceso no es bienvenido. Aprender a reconocerlas es fundamental para evitar conflictos:
- Presencia de un «paso canadiense»: Esta rejilla metálica en el suelo está diseñada para impedir el paso del ganado. Casi siempre indica la entrada a una finca ganadera privada. Cruzarlo es una clara invasión de la propiedad.
- Cadena tendida en el suelo: Una cadena sin candado, simplemente apoyada en el suelo en la entrada de un camino, es una señal de cortesía. Indica que el paso está habitualmente cerrado y que se espera que no se entre.
- Cancela o portilla abierta: Aunque esté abierta, la mera presencia de una cancela sugiere que el camino puede ser cerrado en cualquier momento. Es un indicio de que el derecho de paso es, como mínimo, cuestionable.
- Final claro en una construcción: Si el camino conduce de manera inequívoca a un cortijo, una masía o una nave agrícola y no parece continuar más allá, es casi seguro que se trata de un acceso privado.
- Firme del camino: Un camino que muestra profundos surcos de tractor pero carece de cualquier signo de mantenimiento público (aplanamiento, gestión de cunetas) suele ser de uso exclusivamente agrícola.
En resumen, ante la más mínima duda sobre la naturaleza de un camino, la mejor decisión es dar la vuelta. La aventura no consiste en transgredir límites, sino en descubrir nuevos lugares respetando el entorno y la propiedad ajena.
¿Moto japonesa o europea: qué priorizar si vas a hacer más de 20.000 km al año?
Cuando un motero se plantea realizar un kilometraje anual elevado, superior a los 20.000 km, la elección de la montura trasciende el debate estético o de prestaciones puras. La fiabilidad y, sobre todo, la densidad y eficiencia de la red de servicio postventa se convierten en factores decisivos. Un viaje largo puede verse arruinado no tanto por la avería en sí, sino por la imposibilidad de repararla rápidamente. En este aspecto, la batalla entre las marcas japonesas y europeas en el contexto español tiene un claro ganador en términos de capilaridad.
Las marcas japonesas, como Honda y Yamaha, han construido históricamente una red de concesionarios y talleres autorizados mucho más extensa y distribuida por todo el territorio nacional. Esto incluye no solo las grandes capitales, sino también ciudades de provincia y capitales de comarca. Para un gran viajero, esto significa que la probabilidad de encontrar un servicio técnico oficial a una distancia razonable, incluso en la «España Vaciada», es mucho mayor. Esta ventaja logística se traduce en tiempos de espera para recambios significativamente más cortos, a menudo de 24 a 48 horas para piezas comunes.
Por el contrario, muchas marcas europeas de prestigio, como Ducati o Triumph, concentran su red comercial y de servicio en las grandes áreas metropolitanas. Aunque ofrecen motos con un carácter y un rendimiento excepcionales, una avería en una zona rural de Castilla-La Mancha o Aragón puede implicar una espera de varios días para una pieza específica y la necesidad de transportar la moto en grúa a cientos de kilómetros. BMW se encuentra en una posición intermedia, con una cobertura mejor que otras marcas europeas, pero sin alcanzar la densidad de las japonesas.
| Marca | Nº Concesionarios | Cobertura España Vaciada | Tiempo medio espera recambios |
|---|---|---|---|
| Honda | 140+ | Alta – presente en capitales comarca | 24-48h |
| Yamaha | 130+ | Alta – red extensa | 24-72h |
| Ducati | 45 | Baja – grandes ciudades | 3-7 días |
| Triumph | 35 | Muy baja – solo capitales | 5-10 días |
| BMW | 55 | Media – capitales provincia | 2-5 días |
Por lo tanto, desde un punto de vista puramente pragmático y de gestión de riesgos para un gran viajero en España, la elección de una moto japonesa ofrece una red de seguridad logística superior. No se trata de que una moto sea intrínsecamente más o menos fiable, sino de la rapidez con la que se puede solucionar un imprevisto para continuar el viaje.
Para el que devora kilómetros, la tranquilidad de saber que la ayuda profesional está relativamente cerca no tiene precio y es un factor que debe pesar tanto o más que la potencia o el diseño.
Puntos clave a recordar
- La calidad de una ruta no la define el modo «curvas» de una app, sino tu capacidad para interpretar mapas y validar el terreno.
- La estimación de tiempo en montaña siempre debe corregirse al alza (entre un 20% y un 50%) sobre la base que ofrece un GPS estándar.
- La estrategia del «Presupuesto Energético» es clave: afronta los tramos más exigentes por la mañana y reserva el final del día para recorridos fáciles.
Smartphone o GPS dedicado: ¿qué elegir para cruzar España en agosto bajo el sol?
La elección del dispositivo de navegación es una de las decisiones más debatidas entre los moteros. Mientras que el smartphone ofrece una versatilidad innegable, el GPS dedicado, diseñado específicamente para el uso en moto, presenta ventajas cruciales en condiciones exigentes. Para un viaje como cruzar España en pleno verano, donde el sol intenso y las altas temperaturas son una constante, la elección se vuelve mucho más crítica. El principal enemigo de la electrónica en estas condiciones es el sobrecalentamiento, un problema que afecta de manera mucho más severa a los smartphones.
Un teléfono móvil, especialmente si está cargando y ejecutando una app de navegación bajo el sol directo, puede alcanzar rápidamente una temperatura interna que active los sistemas de autoprotección, resultando en el apagado de la pantalla o del dispositivo por completo. Como bien resume un usuario veterano en un foro especializado:
El problema principal solía ser que los teléfonos se sobrecalentaban al sol y no funcionaban, mientras que los dispositivos dedicados seguían funcionando.
– Usuario veterano del foro, Indian Motorcycle Forum
Los GPS dedicados, como los de las gamas TomTom Rider o Garmin Zumo, están construidos para soportar estas condiciones extremas. Su hardware está optimizado para una única función, generando menos calor, y sus carcasas están diseñadas para disipar la temperatura de manera más eficiente, pudiendo operar sin problemas a temperaturas ambiente de hasta 45°C. Además, sus pantallas están diseñadas para ser perfectamente legibles bajo la luz solar directa, a menudo con un brillo y un contraste superiores a los de un móvil estándar. También ofrecen mayor resistencia a las vibraciones y son completamente impermeables, características que un smartphone solo posee de forma limitada.
Más allá de la resistencia física, los GPS dedicados incorporan funcionalidades pensadas para el motero, como la posibilidad de planificar rutas con diferentes niveles de sinuosidad y desnivel, o la facilidad de uso con guantes. La capacidad de alternar entre la vista horizontal y vertical para visualizar mejor las próximas curvas es otra ventaja ergonómica que un smartphone en un soporte fijo no puede ofrecer. En definitiva, mientras que un smartphone es una solución «suficiente» para salidas cortas o en climas templados, un GPS dedicado es una inversión en fiabilidad y seguridad para el gran viajero que se enfrenta a condiciones adversas.
Para poner en práctica esta metodología y convertirte en un verdadero arquitecto de tus rutas, el siguiente paso es empezar a experimentar. Coge un mapa, traza un itinerario corto aplicando estos principios y sal a validarlo. Esa es la única forma de desarrollar tu propio instinto cartográfico.